Esta urna es una réplica del famoso Vaso del Altar de Sacrificios, una pieza maestra de la cerámica maya del Clásico Tardío (749–755 d.C.). Fue hallado en 1962 junto a los restos de una joven en Guatemala, lo que sugiere su uso en rituales funerarios o de sacrificio. El vaso fue elaborado en Motul de San José por el artista Mo…n B’uluch Laj, bajo el mecenazgo del gobernante Yajawte’ K’inich, conocido por promover la representación de wayob’, entidades espirituales asociadas a líderes de élite.

La escena que adorna el vaso presenta a seis wayob’ en una poderosa visión del mundo sobrenatural maya:

1. Way Nupul Jaguar, un jaguar-hombre que flota con una vasija de oscuridad.

2. Way Akan, que se autodecapita en un acto extremo de poder espiritual.

3. Way Jaguar Rojo, danzante con vestimenta felina.
4. Jatz’oon Ahkan, quien levita sosteniendo una esfera con glifos místicos.
5. Way animal antropomorfo, con cuerpo humano y cabeza de bestia.
6. Way Serpiente, en trance, con los ojos cerrados y una serpiente sagrada arqueada sobre su cabeza.

Cada figura representa el nagual —el alter ego espiritual— de personajes de ciudades como Tikal, Motul o regiones aún no identificadas. La obra captura la conexión entre política, magia y el mundo espiritual en la cosmovisión maya.

Actualmente, el vaso original se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, como uno de los tesoros más emblemáticos del arte maya.

La réplica es autoría de la artesana yucateca Patricia Martín Morales, quien tiene su taller en Muna, Yucatán y ha expuesto su obra en el Salón de Creadores Nimagine, en Francia.